lunes, 16 de julio de 2012

¡¡¡EL FÚTBOL VUELVE A SER NUESTRO!!!

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CAMPEOOOOOOONES!!!!!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CAMPEOOOOOOONES!!!!!!!!!!!!!!!!!

¡¡¡¡Vamos futboleros de nuestro país!!!!

Llegó mi error de pronóstico más notorio desde que escribo y el más satisfactorio. “La roja” me quitó la razón e hizo historia logrando algo que ningún combinado nacional había conseguido antes.

Uno de los países más apasionados futbolísticamente alcanza por fin la leyenda con el mejor equipo de la historia de este deporte.

Pero el camino no fue fácil, sobre todo, fue muy incierto.

Repasando primero el torneo en general sin mucha miga aparte de la nuestra, nos encontramos con la primera gran decepción en la eliminación holandesa, gran outsider que no contaba con mi entusiasmo y si con algunos ilustres perdedores que a pesar de su calidad suelen fallar en las grandes citas por no se sabe qué…

Caer sin hacer ni un solo punto después de ser subcampeones del mundo es bastante llamativo pero no tan sorprendente en un equipo que pagó la falta de fluidez de su medio campo, la dureza de sus rivales (compartían grupo con dos semifinalistas) y su falta de sangre, de intensidad.

Esa falta de actitud les condujo a la sorpresa en el partido de debut ante Dinamarca, les invitó a dormirse ante la ventaja inicial en el decisivo contra las huestes de CR y les privó de reacción alguna cuando el merecedor del balón de oro les remontó el partido.

Francia empezó bien para luego bajar y hacer un torneo sin pena ni gloria, sin éxito ni fracaso. Inglaterra también pasó desapercibida cayendo en la lotería de los penalties frente a otro clásico como son los italianos.

Los de Pirlo fueron la grata sorpresa de la Euro. Con un buen equipo, decente nada más, se colaron en la final con no poca suerte.

Esa suerte les permitió pasar remontando desde los 11 metros a los británicos y esa suerte (también astucia) les ayudó a aprovechar los fallos defensivos de los teutones para adelantarse repentina y apresuradamente con dos goles (me gustaría haber visto que hubiera pasado si el resultado al descanso hubiese sido sólo de 0-1… ).

Los italianos me sorprendieron con líneas más adelantadas que de costumbre y buenos centrocampistas de toque pero dedicados únicamente a sacar fulgurantes contragolpes. Sin extremos y muchas veces sin mediapuntas, Cassano se batía el cobre arriba casi sin ayuda para crear la jugada y el inestable (por decirlo educadamente) Super Mario, remataba la faena.

En la final, como era de esperar aunque muchos se acongojaron en los días previos con el oficio y la marrullería azzurra, no plantaron cara a un rival claramente superior que además tiene experiencia más que suficiente para afrontar este tipo de partidos.

Pero lo más destacado desde mi punto de vista, a excepción de nuestro éxito mayúsculo, fue la frustrante eliminación germana.

Por calidad y profundidad de banquillo eran claramente superiores al resto junto a España, no había color, era como la liga española con el duopolio Madrid – Barcelona (me encanta que ése sea el orden ahora). También eran un proyecto emergente, creciente, con algunas figuras jóvenes que habían sumado experiencia en los últimos torneos. Compartían la virtud del toque con los hispanos (no a nuestro nivel claro) pero con una mayor contundencia en los últimos metros y tenían la confianza de los favoritos porque lo eran para casi todos.

Pero fracasaron. El fiasco alemán creo que llega por la debilidad mental que han demostrado a nivel de clubes también, con su referente sucumbiendo en casa ante un rival mediocre pero decidido, y porque carecen de algo que nosotros si tenemos: una solidez defensiva de campeón. Los dos goles que encajaron ante Italia nunca los hubieran consentido “Piqueitor” y el Príncipe gitano.

Y por fin llegamos a los nuestros, ¡a nuestros colores! Hubo mucho debate. Por las alineaciones, el estilo y los cambios. El Marqués ha recibido muchas críticas y desde mi humilde opinión, todas justificadas.

El debate del “9”, sobre quién llevar, avanzó un poco más con la exclusión de cualquier ariete en el equipo titular, algo que ocurrió contra Italia en el debut, en cuartos y en la final.

No recuerdo ningún otro equipo jugando sin delantero centro. El Barça pone ahí a la pulga pero suele tener a algún delantero desplazado a la banda (y la pulga es la pulga… ).

Me parece un puesto imprescindible. Un especialista necesario. ¿Jugarías sin centrales? ¿Saldrías al campo sin portero? Yo tampoco decidiría pisar el césped sin delantero centro.

Y menos si los medios que forman la alineación tienen tan poco gol como los que tenemos. ¿Sabéis cuántas veces han conseguido Alonso, Busquets, Iniesta, Xavi, Silva o Cesc llegar a los 10 goles en una liga? ¡Dos veces! Xavi este año con 10 y Cesc en la Premier con 15 en la ‘09-’10 y entre los seis suman unos cuantos campeonatos, ¿verdad?

Ya me pareció mal en el mundial que Xavi jugará de mediapunta porque le obligaba a jugar de espaldas, sobrepoblaba el centro del campo y restaba capacidad goleadora pero dos años más tarde repetir trivote sin goleador me parecía, y me parece, excesivo.

Excesivo riesgo. El control de los partidos es demoledor y con él, nuestra seguridad defensiva es casi inquebrantable pero no amortizar tu superioridad te expone a que un contragolpe, una jugada a balón parado o cualquier otro imprevisto, te deje fuera.

Riesgo innecesario que sufrimos, por ejemplo, con Croacia o Portugal. Es cierto que estos torneos no suelen ganarse sin apuros pero ¿si eres mucho mejor que los demás? ¿si te hacen el favor de eliminar a tu gran rival sin llegar a cruzarte con él? Sinceramente, me hubiese gustado ver a nuestro equipo contra Alemania.

Pero no sólo un “killer” es lo que eché de menos, también algo de juego por bandas para, por lo menos crear espacios en el centro donde se mueven nuestros pequeños jugones. Pedro siempre fue peligroso en los pocos minutos que jugó, Iniesta también tiró del carro alguna vez con sus regates y las pocas ocasiones en las que Jordi Alba tuvo libertad para subir fue desequilibrante, el Marcelo de la selección (y ahora del Barcelona… ).

Fútbol plano, lento, previsible, con poca llegada pero con mucho dominio (no sólo de balón sino de tempo y táctico) e intocable defensa (frustrante para los contrarios). Me sobraron Xavi Hernández casi siempre, Silva algunas veces y el doble pivote (o triple) como filosofía pero los títulos callan bocas y la mía está medio cerrada ahora…

Después de hacer historia, ¿qué nos espera? Pues cuanto menos, seguir compitiendo. En el once sólo Iker, Xabi y Xavi superan los 30 y Javi Martínez, Mata, Pedro o Adrián (ojo que él puede acabar con el debate; delantero y pelotero. Mantendría la tan manida identidad de “La Roja”) están esperando para recoger el testigo. En el mundial de Brasil, nuestro combinado será de nuevo principal favorito y dentro de cuatro años seguramente sigamos teniendo opciones porque todavía hay jugadores muy jóvenes esperando su oportunidad (De Egea, Muniaín, Ander, la sub 19… ) y la mediocridad del fútbol europeo roza lo preocupante (os acordáis de Baggio, Vieri, Overmars, Bergkamp, Davids, Del Piero, Zidane, Vieira, Van Nistelrooy, Sammer, Möeller, Hässler o Klinsmann… lo mismo que ahora).

Tras la resaca de la Euro, he de reconocer que para mi no mucha porque no lo viví con la emoción de las victorias anteriores, vuelve eso que tanto nos gusta y que el Madrid tan mal gestiona siempre: el mercadeo, las entradas y salidas.

El Barça toma ventaja con Alba, gran incorporación (cantada) a precio razonable, el PSG añade nombres a su proyecto pero poco más que eso ya que Ibra no es un jugador de Champions y ya está en la treintena (aunque Silva y Lavezzi si fortalecerán el equipo y a lo largo plazo además con el City como espejo en el que mirarse), el Milán se pierde seguramente en su miseria económica, el Chelsea suma talento e incertidumbre con el elegido de Zizou y los dos de Manchester y el Real esperan o desesperan.

En la Castellana hay demasiadas incógnitas para un campeón más allá de tener claro que quieren pagar en exceso por un jugador de mi preferencia (y podéis comprobarlo en entradas de temporadas anteriores) pero con muy poco gol (máximo en la Premier: cuatro goles) aunque a pesar de eso confieso que me encantaría ver a Alonso, Modric, Özil y Benzema juntos.

“La verdad” volverá posiblemente con la temporada empezada y las plantillas cerradas. Prometo mojarme como nunca con mis pronósticos para compensar todas las pistas que tendré entonces.

Feliz verano y qué viva el fútbol que, de nuevo, ¡¡¡ES NUESTRO!!!

sábado, 9 de junio de 2012

ADIÓS A LA TEMPORADA, ¡BIENVENIDA EUROCOPA!

Buenas y futboleras noches,

salgo de un inaceptable letargo en el que he contemplado mudo muchas cosas importantes que han ocurrido en esta emocionante temporada.

Vuelvo para repasar todo de una manera más concisa que la habitual pero no menos atrevida de lo que os tengo acostumbrados.

En mi última aparición celebraba el título liguero del Real Madrid por segunda vez (recordad que yo ya lo celebré en Enero cuando el Barça se dejó dos puntos en Cornellá) y anticipaba que mi intuición me decía que habría sorpresas en la vuelta de la penúltima ronda de Champions.

Hubo dos ni más ni menos, los dos grandes “outsiders” quedaron fuera de distintas formas. El Barcelona, más allá de cuestiones futbolísticas (no suelen echarlo de menos pero les falta un “9” para completar el equipo), tuvo mala suerte. Casi diría que fue sólo eso. No fue una versión brillante de las huestes de Pep pero tuvieron tres o cuatro ocasiones clarísimas en los dos partidos y no entraron. Al Chelsea le entraba todo lo poco que tiraba y además veían como la pulga enviaba al larguero las últimas esperanzas blaugranas de hacer algo notorio este año y espero que las suyas de levantar otro balón de oro…

Normalmente el fútbol de toque, pleno de paciencia del Barcelona, es suficiente para encontrar el camino pero creo que es obvio que este equipo ha perdido algo de velocidad respecto al inicio de esta época dorada y contra un equipo tan encerrado y vehemente como el de Di Matteo o tienes ese ritmo o tienes un killer arriba o tienes disparo desde fuera del área. Si no, puedes caer frustrado y el Barça no tiene las dos últimas cosas, la primera, su velocidad, trata de recuperarla…

El Madrid volvió a reafirmarme que no pasaba por su momento más fresco, a nivel físico, de la temporada. Comienzo agresivo y arrollador con dos goles del mejor de este año y después repliegue, quizá obligado por un buen contrario, y en el enésimo error de ese enemigo en casa que es Pepe, empate en la eliminatoria obra del perdedor Robben.

Ese partido pasó por varias fases con dominio alterno pero resumiendo lo que vi y lo que me transmitieron otros madridistas, se echó de menos que el Real no fuera más contundente para cerrar el partido con un 3-0 o para buscar valientemente el tercero después del descanso pero creo sinceramente que las piernas no daban para más.

Tras un segundo tiempo de control estéril de los nuestros y un cierto desmelene en la prórroga, sobre todo, por obra y gracia de ese talentazo superlativo y determinante que es Marcelo, llegó la lotería de los penalties y ellos tuvieron más suerte y acierto.

Días más tarde el City ganaba al United y se adelantaba en la Premier que acabaría siendo suya a pesar de un final de infarto en el que el Kun tuvo su primera oportunidad de ser determinante en un título y la aprovechó.

Enhorabuena a los de mi denostado Mancini que tienen mucho talento y son justos ganadores pero su éxito es más una constatación de un declive del ManU difícil de entender. No sé quién puede creer que Ashley Young, Nani o Chicharrito pueden reemplazar a CR o al apache. Algún titulo de Liga y la final de la orejona en 2011 han podido distraerles de la realidad pero espero que esta temporada, con eliminación frente a los leones incluida, les abra los ojos por fin.

Llegado Mayo, Europa mira a Bucarest para ver dos rojiblancos enfrentarse por un título no tan menor esta temporada tras la incorporación de varios ilustres al torneo ya iniciado el mismo. Se cumplió mi pronóstico (mis amigos colchoneros sabes que es así) y el Atleti se hizo con el título dos años después gracias a que salió al campo con la actitud correcta.

Muchas veces vemos a los dos finalistas jugando con pies de plomo, tanteándose (lo vimos 10 días después en Munich), es bastante normal pero una final te deja poco margen y quien golpea primero golpea dos veces por lo que un comienzo agresivo nunca es una mala idea. Así lo vio Cholo Simeone y consiguió que los jugadores lo llevaran a cabo.

No sólo el conocimiento del juego del Cholo (que disimula su simplicidad táctica), que tanto está beneficiando a este Atlético, fue clave. Un jugador brutal emergió para ocupar por segundo año consecutivo el trono de esa competición.

Falcao es un delantero de primerísimo nivel. Espectacular además. Pensaba aquel día si alguien se acordaba de Agüero en el Calderón. El tigre tiene intensidad, tiene una capacidad para dominar todas las suertes del remate que está muy por encima de la media pero lo que más me llama la atención es que tiene mucha inteligencia. Inteligencia para desmarcarse y para tomar buenas decisiones, para ocultar sus debilidades y potenciar sus virtudes, para resultar peligroso siempre.

Felicito a mis amigos atléticos, espero que estos buenos años duren mucho y recuperen su sitio como el tercer equipo de este país.

Un poco más tarde otro jugador con características parecidas a Falcao se ponía otra corona.

Didier Drogba, jugador que sabéis que no me gusta demasiado, se ganó la admiración de todos, incluida la mía, con sus actuaciones en los tres últimos partidos de la competición.

La estadística dice, dándome la razón, que Didi no es tan goleador como la gente cree, no es tan certero. Pero la historia reciente también cuenta que suele estar en las grandes citas.

Otro guerrero inteligente que maximiza sus poderes y minimiza sus defectos pero que sobre todo tiene una fe casi infinita. Esa fe le condujo a la frustración cuando cayeron en las semifinales de 2009 ante el primer Barça de Pep, frustración que se convirtió en rabia cuando gritó a la cámara ese inolvidable “esto es una puta vergüenza”.

En el Camp Nou vi una cara en Drogba que transmite muchas cosas. En cada balón que peleaba, en cada saque de banda, cuando salió por Torres. En su cara había fe y determinación. Sed de venganza de ese robo tres años antes pero una venganza templada, controlada.

La fe, la actitud, son fundamentales, volvió a demostrarse. ¿Quién creía que el Chelsea con uno menos podría aguantar al Barcelona? Drogba lo creía.

¿Quién creía que los londinenses empatarían en la final con tan poco tiempo antes del 90? Drogba lo hizo posible.

Me alegro de que ese equipo, lejos de su mejor momento, ganase un título que pudo ser suyo antes. Me alegro por Didi y por Torres, claro.

Mientras, el Real ganaba la liga (tercera celebración) y batía los records de goles y de puntos. Mou volvía a superar su primera temporada en la segunda. Nos daba una alegría a muchos confirmando su continuidad y creo que deja claro que su trabajo si está siendo beneficioso para el Madrid.

En estos tiempos en los que los medios están en cada detalle, en el que está carrera tan igualada entre sólo dos caballos muy potentes, un tropiezo te hunde y un acierto te encumbra, se duda muchas veces de casi todos pero con algo más de distancia me parece evidente que Yosé nos ha devuelto al lugar que siempre debe ser el nuestro.

También en el camino, Guardiola se despedía (con otro título, una Copa en la que los de Bielsa, desfondados, no fueron rival.Al Athletic le han llegado tarde dos merecidas finales y no han podido culminar una meritoria temporada). Entiendo su decisión, yo haría lo mismo. Creo mucho en los ciclos y creo que él no va a poder superar lo que ya ha hecho. Toca renovarse a nuestros rivales y a Pep buscar nuevos retos. Aunque me asquee su estilo he de reconocer sus logros. A ver si es capaz de repetirlo o acercarse en otro equipo…

Nuestros enemigos íntimos repiten apuesta con Tito, apuesta cara también en lo económico. Creo que tiene poco que ganar, ya estaba en el proyecto anterior y será difícil que mejore lo ya conseguido y bastante más que perder. Los ciclos desgastan y si este del Barcelona se ha desgastado Tito lo habrá hecho también con él. Aparte que no creo que tenga el carisma de Pep. Veremos…

¡¡¡Y ya está aquí la Eurocopa!!! Mientras escribía he visto la primera sorpresa, la derrota de Holanda. Habrá mucho análisis en las próximas semanas por lo que seré breve en mis pronósticos.

España no va a ganar el torneo. Insisto en los ciclos, nadie ha conseguido tres títulos seguidos y eso es por algo. No está Puyol, ni Villa, con los problemas de gol que hemos tenido incluso cuando hemos sido campeones…

“Emboscadas” nos sorprendió con Negredo en lugar de Soldado pero no creo que sea esencial. El resto relativamente previsible y no es que nos falte calidad, de hecho, seguimos siendo los mejores pero creo que no repetiremos, ojalá me equivoque.

No veo ningún favorito claro aparte de los obvios. Confío en que Francia y Portugal hagan un buen torneo pero no son candidatos al título por lo que lo lógico es que Holanda (en realidad yo no creo en ellos pero son subcampeones del mundo) y Alemania sucedan a España. La verdad es que no me importa mucho, el torneo nos irá dando pistas.

De nuevo cierro el artículo con una mención a mi ídolo Rafa que se postula como favorito para la final del domingo en su torneo favorito. Estoy deseoso de comentar otro éxito más de este genio.

Espero no haberme dejado nada. ¡¡Disfrutemos de la Eurocopa que el verano será duro sin fútbol!!

Un abrazo a todos.

lunes, 23 de abril de 2012

RESURRECCIÓN

Inmejorables noches,

recupero parte del título del 31 de Enero porque se ha contestado la pregunta que introducía la entrada de aquel día: ¿resurrección o espejismo?

Ese día el Real Madrid venía de empatar a dos en el Camp Nou tras remontar y jugar un gran partido dominando al rival otrora intocable. Lo hacía después de una actuación ridícula en el Bernabéu, en el partido de ida contra el mismo oponente.

La derrota en el primer partido de esos cuartos de Copa produjo una decepción y un desánimo similares a los que sentí tras ver la ida de la semifinal de Champions ante el Bayern.

En Munich no se jugó tan mal, no se quedó en evidencia pero se volvió a repetir un partido mediocre como el de Vallecas, la visita al Betis, los empates ante Málaga y Villarreal o las tablas sin goles contra los de Emery. Demasiados sustos en tan poco tiempo minan la confianza cuando llega el momento clave de la temporada.

Pero este sábado el Madrid resucitó de nuevo… y ya van dos veces. Y esta ocasión es más importante y distinta.

Es más importante porque decide un título y es distinta porque el Madrid tenía otras opciones y eligió la correcta.

En Enero el Real había perdido en casa y por lo menos por la honrilla tenía que salir a por el partido mientras que el Barcelona defendía una ventaja casi definitiva lo que rebajaba su tensión.

En este asalto al trono de Pep, Xavi y demás antimadridistas, el Barcelona tenía más presión que en la Copa, pero menos que los del amo Mou, y más tensión, más motivación. La posibilidad de quedar a un punto, dejar el gol average a favor y destrozar anímicamente al Real.

Para los nuestros era distinto porque en este duelo se podía ir a empatar. Nuestro Míster podía salir a defender, y sabemos que le gusta, pero no lo hizo, no lo hicimos.

Los representados por Karanka salieron con el bloque alto y se hicieron con el dominio en el primer cuarto de hora. Nos encontramos con un gol rocambolesco pero merecido que nos permitía amortizar esa superioridad inicial.

Con el gol de Khedira los de blanco pasaron al bloque bajo y los aficionados a viejos fantasmas pero los últimos minutos de la primera parte, más agresivos, daban que pensar.

Pensar en que quizá habíamos estado dosificándonos y que el partido iba a ser completo, redondo. Como había empezado.

Pep, recurrió a Alexis viendo que su equipo estaba lento y previsible (una vez más). El chileno volvió a castigar a los de Planeta Floren. Siempre peligroso, empató un partido que estaba controlado para el líder hasta ese momento.
Pero el también rocambolesco empate volvió a nacer de la Messi-dependencia. El de la colonia ha querido dar una vuelta de tuerca más esta temporada. Tras tres años de éxitos ha querido inventar algo nuevo (en realidad no lo es tanto), adelantó a la rata y colocó a Cesc de falso delantero para poblar, aún más, el centro del campo. A mi personalmente me gusta menos que lo de antes pero tampoco es muy cuestionable porque sus jugadores pueden todavía levantar dos trofeos.

Volviendo al gran choque, no dio tiempo a ponerse nervioso tras la igualada porque un maduro y mejorado CR aprovechó un magistral pase de Özil para encumbrarse a él y al madridismo en nuestro lugar natural: el triunfo.

En los últimos minutos el Madrid siguió controlando con algún cambio acertado como el del pirata (extraño que no juegue más minutos) y consiguió mucho más de lo que hacía falta pero si exactamente lo que necesitaba.

Necesitaba demostrar que sus ganas de ganar superan el cansancio y la inexperiencia. Necesitaba convencer a unos y confirmarnos a otros que puede mandar con los azulgranas delante. Necesitaba una inyección de moral para acometer la remontada el miércoles de una eliminatoria que vi perdida (para mi perder es un pésimo resultado fuera de casa aunque marques) y de la que tengo grandes expectativas ahora.

Sobre técnicos: excelente Yosé, todos sus jugadores estaban metidos y salvo el fideo todos estuvieron bien. Planteó bien el encuentro y manejó bien los tiempos aunque quizá el primer cambio llegó un poco tarde (el Barça ya avisaba antes del gol). Suspenso a Guardiola pero sin estar muy lejos del aprobado. Se le ha criticado mucho pero la osadía de sacar a Tello fue aplaudida en otras ocasiones, la ya mencionada acumulación de peloteros sin referencia arriba y la también citada conversión de Alves en extremo funcionó en el pasado y ante el mismo rival, por lo que muchos de los comentarios creo que son oportunistas. Quizá lo peor es que el Barcelona no tuvo capacidad para cambiar el ritmo, ni este sábado, ni últimamente. Los rivales empiezan a conocer la lección y a perder el miedo.

Ahora sin tiempo para saborear este éxito llega la Champions y los madridistas, que nunca podemos evitar pensar en el siguiente reto, queremos nuestro título, nuestra Copa de Europa. El partido será duro. Será difícil que los teutones no marquen (¿cuántas veces ha dejado el Madrid la puerta a cero en lo que llevamos de 2012?) y será difícil marcar y ser paciente contra un ordenado y convencido Bayern.

Para los vigentes campeones también puede complicarse. La semana pasada veía imposible que el Chelsea marcase jugando como en la ida y también complicado que no encajase ninguno pero después del golpe recibido en la competición doméstica todo es más real para los londinenses.

Mi pronóstico: por una vez no voy a pronunciarme, o no completamente. El corazón me dice que habrá clásico el 19 de Mayo, la cabeza también después del 21-A pero mi intuición me susurra que habrá alguna sorpresa…

Hoy, como aquel cierre de Enero, subo al carro a mi gran ídolo Rafa porque también ese día me planteaba la misma pregunta sobre él. Sus síntomas de recuperación en la final de Australia eran más que evidentes y siempre es un error enterrar a Nadal.

El espejo de casi todos los españoles tumbó al que parecía imbatible y rompió un nuevo récord. La fe de este gran madridista es inquebrantable e inspiradora.

El artículo de Enero ha resultado premonitorio porque dos referentes han demostrado la belleza del deporte y como la cabeza y la voluntad pueden superar casi cualquier obstáculo.

Nos quedan todavía grandes semanas de fútbol, con el título en las islas británicas también en juego. Aprovechemos y que haya suerte… y buenos árbitros.

Un abrazo a todos.

lunes, 9 de abril de 2012

ANSIEDAD

Buenas noches “freaks” del fútbol,

tras nuestra discusión sobre el equipo de todos, la actualidad me obliga a volver al duopolio interminable, a donde empieza y acaba todo en el mundo futbolístico de nuestros días.

Ansiedad es lo que sentimos ayer los seguidores del Real Madrid. Y sus jugadores. Y sus técnicos. Y seguramente sus directivos.

Es lo que todo el Madrid y su entorno lleva sintiendo en las últimas semanas.

Ansiedad porque la liga se complica y antiguos fantasmas reaparecen.

En el Real ya no nos salen bien las cuentas y volvemos a mirar a los árbitros después de que pareciera que esta temporada estaban beneficiándonos.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Creo que tiene un origen futbolístico o deportivo. La apisonadora blanca dejó de serlo después de Navidades. Errores a balón parado, bajón físico de Xabi, irregularidad en el juego…

Hubo un pequeño repunte con y tras el partido de vuelta de copa contra el enemigo irreconciliable, coincidiendo con el mejor Özil, pero volvimos a las andadas y los pinchazos han llegado.

Desde mi punto de vista el equipo ha perdido forma física y sin ella somos más lentos y previsibles en ataque y nos partimos en defensa, somos más “largos”.

Contra los de Emery me gustó la salida: presión, robos en campo contrario y control del rival pero no amortizamos ese dominio porque desde el principio estábamos separados.

Xabi y Sami no se incorporaban. Marcelo y Arbeloa tampoco, los cuatro estaban lejos del área y nuestros atacantes estaban solos. Mucho talento aislado contra una defensa ordenada, concentrada y poblada.

En los últimos minutos de la primera mitad ya empezó a cambiar la situación. El trivote de los “che”, con la ayuda de Feghouli, comenzó a mantener el balón y los de Mou a recuperarlo en la frontal del área de Casillas.

El árbitro pitó, los 22 futbolistas se fueron al vestuario y ahí empezó la ansiedad.

El Madrid salió con una intensidad malentendida. Traducida en precipitación, nervios y crispación.

Las ocasiones madridistas llegaban porque Marcelo empezó a atacar a tumba abierta y salió del campo un pivote destructivo por un mediapunta pero se abrieron los espacios también para el Valencia e Iker tuvo que salvar un mano a mano y Albiol sufrió aguantando los amagos de Pablo Hernández.

Los blancos seguían recuperando en su área y el partido era un correcalles en el que los de la Castellana tenían mucho peligro pero habían perdido la cabeza.

No se debe jugar el inicio de la segunda parte como si fuera el descuento simplemente porque no es necesario y porque cada punto cuenta.

Me duele decirlo pero los que defienden mis colores están nerviosos, desquiciados (como ya estuvieron en el Madrigal).

Lo más grave no es que lo estén los jugadores, la mayoría jóvenes y relativamente inexpertos, sino que los técnicos también lo están.

Yosé está manejando mal la situación. Siempre me ha gustado que sea tan directo y tan políticamente incorrecto pero ahora está perjudicando mucho.

Sabéis que soy defensor de la existencia del Villarato y detractor del “buenismo”. Creo que hay gente mala, conspiraciones, corruptelas y, por tanto, creo que pueden estar atracándonos, de hecho, creo que lo están haciendo pero para batir ese obstáculo adicional el equipo necesita más tranquilidad, más seguridad en ellos mismos, más fe y liderazgo.

Liderazgo en el campo y fuera de él.

La plantilla del Madrid es bastante joven, no sé si tienen mucha experiencia defendiendo ventajas y la teoría de la conspiración arbitral no les ayuda. Esa irritación aumenta su precipitación, su urgencia y resta confianza, disminuye su fe en el triunfo porque ven un muro insalvable.

Mouriño no ayuda situando públicamente al Barcelona en la final de la Copa de Europa, no ayuda no compareciendo después del empate en el Bernabéu. Alimenta la ira de sus jugadores hacia los hombres del silbato y les acerca a pensar que todo su trabajo no servirá de nada porque el campeón ya está elegido.

Hay que hacerse respetar y quizá convenga que algún directivo de un golpe en la mesa de cuando en cuando pero los que están en el vestuario deben concentrarse en el fútbol.

Los veteranos y capitanes tienen que liderar, los entrenadores tienen que liderar también. Hasta el punto en que todos no tengan ninguna duda de que ganarán todos los puntos, todos, porque lo pueden hacer si recuperan su mejor versión.

A partir de ahora todos los partidos serán una final aunque suene a tópico. Es decir, ahora cualquiera diría que el Barça se lo va a llevar todo pero el Madrid puede ir reconstruyendo su autoestima en cada partido (o no… ) a la vez que suma puntos y los resultados en una competición pueden alimentar la euforia o la depresión en la otra.

La primera prueba de fuego, es el próximo miércoles en el derbi.

Atendiendo a cuestiones futbolísticas únicamente diría que el Madrid perderá con el Bayern y no llegará a la final de Munich pero que ganará la liga. Sin embargo, cuando entran las emociones todo puede cambiar en cada choque.

Estamos ante el final de temporada más emocionante de los últimos tiempos. Disfrutémoslo y tengamos el Lexatin a mano.

Buenas noches amigos y qué viva el fútbol.

lunes, 19 de marzo de 2012

CUESTIÓN DE ESTADO

Hola a todos los amantes del balompié,

tras mi descanso y búsqueda de temas más allá del duopolio Madrid-Barcelona ayer tuve la tentación de escribir sobre la vergüenza e indignación que sufrí en el templo blanco. Hablar de la desidia de un equipo partido tácticamente y vago anímicamente que se dejó dos puntos donde no había que hacerlo.

Pero sobre todo explicar porque mis esperanzas de ganar la Champions han desaparecido casi completamente tras ver que el Madrid sólo ha hecho, desde mi punto de vista, tres partidos brillantes (Pizjuan y visita del Español en Liga y vuelta ante el Barça en Copa) desde principios de noviembre. ¡Más de cuatro meses! Preocupante irregularidad (y muchísimos problemas a balón parado).

Pero me voy a mantener firme en mi intención de dejar mi madridismo a un lado y aplazando el efecto revulsivo del Cholo (que ya es menos… ) o la histórica victoria del Bilbao ante los Red Devils, quiero poner sobre la mesa un asunto del que se lleva hablando toda la temporada pero que tomó mucha más fuerza tras el anuncio de la última convocatoria de Vicente del Bosque: ¿quiénes serán los nueves de España?

Como en la dicotomía Pipa – Karim, en la roja ha habido siempre otra, Villa – Torres pero ahora se ha complicado el debate porque hay nuevos actores que entraron en escena.

Fernando Llorente ya estaba en nuestro primer trono mundial, era un buen secundario, un gran especialista pero ahora contempla la decadencia de los goleadores más antiguos desde su liderazgo en el equipo de moda. El Rey León quiere su trono también en la campeona del mundo.

La cantera del Madrid, fructífera para casi todos menos para los de la Castellana, aporta dos nombres a la discusión. Soldado y Negredo llevan años, a pesar de su juventud, demostrando su solvencia y regularidad goleando en equipos menores y últimamente en equipos con aspiraciones europeas.

Cinco hombres, tres puestos y varias maneras de enfocarlo.

Elijamos para empezar, por ejemplo, la tesis de que tienen que ir los que están más en forma. Si fuera así, no habría muchas dudas: Sodado, Llorente y Negredo. ¿O si las habría?

Soldado, de 26 años, lleva 15 goles en esta liga, 73 goles en liga en seis temporadas a pesar de estar una en blanco en el Real en la que jugó sólo cinco partidos. Grandes números y gran momento, viene de un hat trick en la catedral.

Llorente, 27 años recién cumplidos, 14 goles ligueros esta temporada, 77 goles en ocho ligas pero 70 en las últimas cinco, cuando empezó a consolidarse en el Athletic con 22 años.

Pero ¿Negredo? También de 26 años, tiene una muy buena trayectoria en el Almería y el Sevilla, con 63 goles en cuatro ligas BBVA, superando los 10 en todas y cada una de ellas pero este curso lleva seis dianas y ya sólo faltan 10 jornadas…

Si fuéramos estrictos con los estados de forma, el tiburón de Vallecas se quedaría fuera y quizá merecería más ir el otro vallecano, el de adopción, Michu, el delantero revelación de esta temporada con 13 tantos en el vecino más humilde de la capital.

El criterio para elegir nuestro tridente podrían ser los galones, la experiencia. Cuántos títulos han ganado, cuántos partidos internacionales tienen, cuántas veces han oído el himno de la Champions y si han estado en los anteriores logros de nuestro combinado.

Entonces los elegidos serían Villa, Torres y Llorente.

Villa ha sido pichichi en Eurocopa y Mundial, campeón de Europa con el Barcelona, inagotable goleador durante años y según sus médicos, disponible desde mediados de Abril.

“The Kid” tiene una de las estadísticas más sorprendentes y negativas de la historia para un delantero desde que fichó por el Chelsea pero antes fue el ídolo de Anfield tumbando al Arsenal o al Inter en Copa de Europa y se comió a Lahm en la gran final de la Euro 2008.

Llorente, es el más experto de los más jóvenes. Ha jugado más veces con la selección, es uno de nuestros campeones del mundo y ya ha asaltado el teatro de los sueños.

Pero podría haber una tercera forma de verlo. Elegir a los tres evaluándoles en relación con los otros dos y con el resto de la plantilla, es decir, por sus características y la complementariedad de las mismas más que únicamente por su rendimiento individual.

En ese caso, Llorente aportaría juego de espaldas a portería, Soldado movilidad, Villa desmarque y disparo, Torres potencia y peligro a la contra y Negredo disparo lejano y remate.

¿Y cuál sería la mejor combinación? Quizá Villa porque ya sabe lo que es jugar combinando con nuestros pequeños jugones día a día y es un peligro constante con su disparo desde fuera del área, Llorente por su juego de espaldas a portería que supone un recurso para momentos puntuales de partido y Soldado porque aunque su movilidad coincide con la de Villa, es algo más rápido, remata con las dos piernas, con la cabeza, ¡lo remata todo!

Para el juego español vale más la movilidad del artillero del Valencia que el recorrido del antiguo héroe colchonero o la corpulencia y fortaleza del ariete hispalense.

Pero como sabéis, España es un país en el que todos somos seleccionadores nacionales y no seguimos un frío análisis a la hora de escoger a nuestros favoritos.

Yo tampoco lo hago, o mezclo varios de estos criterios, y mi trío de goleadores sería el siguiente: Roberto Soldado, por su movilidad, su hambre de gol y sus méritos ésta y anteriores temporadas. Titular salvo resurrección de mi rubio predilecto en las últimas jornadas de la Premier (y la Champions… ).

Fernando Torres, porque si valoro la experiencia y porque mi influencia baloncestística me hace creer en los jugadores franquicia, los líderes, y “the Kid” lo es. No me gustaría prescindir de la determinación que he visto en su cara y en su juego en grandes citas en el pasado.

Fernando Llorente, bueno técnicamente, con gol y un maravilloso recurso, diferenciador, que puede desatascar partidos complicados como ya vimos en los octavos ante los de CR7 en Suráfrica.

Negredo no creo que aporte nada que no puedan aportar los otros y convocar a Villa me parecería una irresponsabilidad después de una lesión tan grave y tan larga.

Podremos seguir debatiendo unos meses más y defender nuestras pasiones “villistas” o “torristas” pero al final Krusty decidirá solo y no descartéis que directamente no juegue con ningún delantero en el once e incluso acabe convocando sólo a dos entre los 23 finales…

Con éstas y muchas otras dudas me despido hasta el próximo capítulo.

Un abrazo a todos y ¡qué viva el fútbol!

martes, 31 de enero de 2012

¿RESURRECCIÓN O ESPEJISMO?

Buenas noches a todos y ¡felicidades a los hinchas del Real Madrid!

Empiezo muy festivo a pesar del ambiguo título que da nombre a este artículo porque las cosas son como son y así hay que decirlas. La coherencia con lo que he escrito en el pasado, mi estado de ánimo, mis sensaciones cuando he visto los últimos partidos del Madrid y, sobre todo, la historia, dicen que en la casa blanca volverán a sumar su título más repetido. Volverán a conquistar un trofeo de máxima relevancia.

Pero no todo han sido alegrías entre las muchas cosas que han ocurrido desde que escribí por última vez lleno de desidia.

En estos 15 días se jugó el partido que yo recibía con tanta pereza y estuvo a la altura de mis expectativas. El Real volvió a tirar la toalla, a deshonrar su historia, su leyenda.

He de aclarar que prefiero el fútbol ofensivo y los entrenadores que lo son (aunque me gusta que también trabajen la defensa) pero no creo en que sólo haya una forma de jugar y de competir como pretenden predicar en Barcelona, y que, por lo menos desde mi punto de vista, la imagen del Real Madrid la da su historia, sus valores, los jugadores salidos de su cantera y sus directivos, que son su representación institucional.

La imagen del Real Madrid no la da un entrenador que provoca y es arrogante en ocasiones o un defensa agresivo y seguramente desequilibrado porque no han crecido en este club, porque tampoco se quedarán mucho tiempo.

Estos dos párrafos son necesarios porque la traición a nuestra historia en el partido del 18 de enero no reside para mi en el pisotón de Pepe o en que se regalase el balón. Nace en el miedo y el complejo con el que los blancos salieron al campo, con los que su técnico planteó el partido.

Me resistía a creer todo aquello del complejo de los merengues contra los blaugranas, achacaba nuestras derrotas a diferencias técnicas y tácticas pero después de la ida de la Copa empecé a convencerme de esa historia.

Defendí a Mou en sus ultra defensivos planteamientos del mes de abril y mayo de 2011 porque veníamos de más de dos años de neta inferioridad y estábamos en construcción. El camino se anda paso a paso. Pero tras dar los primeros y seguir creciendo en agosto en la Supercopa no pude entender ni el planteamiento timorato y relajado del 10-D, ni la regresión al trivote el 18-E, sobre todo después de la exhibición del Español en Liga contra los mal proclamados creadores del fútbol pocos días antes.

Más allá de orgullos que no conducen a ningún sitio o demagogia sobre la grandeza del madridismo, considero un planteamiento equivocado el del Real en el Bernabéu siendo el partido de ida de una eliminatoria de Copa.

En una ronda a doble partido, empezando en tu casa, hay que intentar ganar, y con margen. Concederle la posesión de balón al Barcelona (lo que le gusta) confiando en dejar la puerta a cero es bastante ingenuo y poco realista ya que el Barça de Pep pocas veces se ha quedado sin marcar en tres temporadas y media. Pensar que vas a marcar dos goles con los 11 en tu campo, con los extremos haciendo coberturas y con Lasaña y Pepe en el centro del campo acompañando al moribundo Xabi es también muy difícil de creer.

Entonces, ¿a qué aspiraba Yosé? ¿A empatar a cero? ¿A uno? Ambos son malos resultados en casa en una eliminatoria. Valían en Champions meses antes pero ahora… ¿No somos mejores que entonces? ¿No es el Barcelona más débil que aquella vez?

Los números contestan que si a las dos preguntas y diría que el fútbol también. El Real es capaz de tener posesiones más largas ahora y presionar a Valdés en su área. Los de La Masía son más lentos y se dejan más puntos fuera de casa que en el anterior curso.

Conclusión: planteamiento equivocado, resultado calamitoso (de la irresponsabilidad de alinear a dos jugadores casi sin minutos jugados después de más de cuatro meses de competición, ni hablamos).

Repercusiones: todos empezamos a dejar de creer. Porque más importante que perder es no estar cerca. Más duro que caer es ver que vuelves a alejarte.

Una semana más tarde se volvían a ver las caras. El mejor Özil había reaparecido frente a los leones, se había filtrado supuestamente una conversación de vestuario (me creo que se haya filtrado algo, la conversación tal y como se ha contado, en absoluto) y se empezaba a hablar del futuro, en otro lugar, de “The special one” la próxima temporada.

Y lo de blanco probaron otra cosa. Porque cuando haces las cosas siempre igual, ¿qué suele pasar? El Real jugó con doble pivote y los defensas jugando de defensas. Jugó con el bloque medio que en ocasiones fue alto. Jugó rápido porque su estilo es distinto al del Barcelona y no es necesario que sea igual porque no es la única verdad pero no jugó vertical ni a la contra. Fue coherente con el que tiene que remontar una eliminatoria y jugó con la concentración y la intensidad necesarias de una cita como esa.

Y estuvo sensacional. Y tuvo el balón (fuera de casa). Y tuvo las ocasiones. Pero no tuvo suerte ni acierto en alguna jugada defensiva (ya pasa de castaño oscuro).

Volvimos a ponernos por debajo y ahí salió la fe inagotable, la dignidad de nuestro escudo. Es en estos momentos cuando tiene que aparecer, no tienen que ser nuestra bandera, ni nuestro primer argumento pero que no se pierdan porque nos distinguen.

Sin nada que perder pero tampoco prácticamente nada que ganar, el Real siguió empujando y lo hizo con más toque y menos músculo aún que antes (¡el Pirata al campo!). Y funcionó. ¡Claro! Porque no se puede vivir con miedo y porque si siempre juegas a no perder, rara vez ganarás.

La suerte, el árbitro (con eso ya contamos siempre que jugamos contra nuestros eternos rivales… ) y el fallo de Arbeloa (el suyo y el de Pepe en el córner de Puyol son dos goles, demasiados regalos en una sola eliminatoria si quieres competir de verdad) nos dejaron fuera del torneo que fue nuestro en 2011 pero el fútbol nos devuelve algo importante.

La confianza.

Todos los que rodeamos al mejor club del siglo XX habíamos entrado en depresión, sólo Tomás Roncero mantenía la fe. Y es que había razones para deprimirse.

Sin embargo, tras ese empate a dos, podemos confiar en ganar cuando sea necesario. En el campo y circunstancia en el que estemos.

Espejismo. Podría serlo. Si volvemos a los malos hábitos (y en el caso de Mou son hábitos) podemos vivir de nuevo una regresión. Si de nuevo fallamos en las áreas, en las dos, seremos castigados. Si el Barcelona se reanima ligeramente podríamos volver a perder.

Y el espejismo podría ser total si el campeón portugués nos deja en verano para volver a las islas. Esta generación del Barça todavía no ha muerto, ¿podremos terminar de desterrarla sin Yosé? Preferiría no comprobarlo aunque creo que es muy probable que nos veamos en esa tesitura.

Pero no sólo pasó eso en esta quincena. También el Villarreal le quitó otros dos puntos al segundo y dejó en siete la diferencia del líder, margen que me hace sentir campeón. Un campeón que ya dosifica esfuerzos, como el sábado contra el Zaragoza. Creo que no veremos una segunda vuelta brillante pero si eficaz de los de la Castellana y Cibeles volverá a llenarse pero cuidado porque podrá no ser fin de ciclo sino tan solo un espejismo.

La semana se cerró con la derrota, séptima consecutiva, de mi ídolo Nadal contra Nole. Pero ésta tuvo algo diferente a las anteriores y algo parecido al cruce copero entre los dos grandes; Rafa se soltó, dejó de sentirse inferior. Necesitó estar contra las cuerdas pero cuando lo hizo, se acercó, compitió y pudo ganar.

Cuando estás en esa situación también puedes perder pero ya no hay fracaso, sólo éxito del contrario. No hay fracaso porque se restablece el equilibrio.

Esa actitud puede y debe traer victorias en el futuro. A Rafa y al madridismo. Que no se queden en espejismos…

Hasta pronto amantes del fútbol.

lunes, 16 de enero de 2012

PEREZA

Buenas noches a todos,

hay un premio para el que adivine de qué voy a hablar hoy. ¿Algún valiente? ¡Del Madrid - Barça! Claro, lo que todos queríais como sólo llevamos ocho en poco más de un año...

Sinceramente, no me apetece en absoluto escribir sobre este partido, es el mal llamado clásico al que llego más frío pero en este tipo de eventos hay que aparecer, no puede uno esconderse.

¿Por qué me apetece tan poco? Primero, porque como he dicho llevamos demasiados y no hay tanto que analizar y segundo, y principal, porque todavía no he recuperado toda mi fe después del desesperanzador 1-3 encajado en casa el 10-D.

No he recuperado mi fe porque puedo soportar perder pero me cuesta demasiado si no veo una línea ascendente, si no veo señales de cambio y porque el Real desde entonces no ha vuelto a jugar bien al fútbol.

¿Cuáles son las buenas noticias? Que el Barça también está mal y que no vamos de favoritos. Ya sabéis, si todo es igual y lo haces de la misma forma, ¿qué pasará?

En qué se diferencia esta visita de los de Pep de la anterior: en que casi todos daban favorito al Madrid en casa y con seis puntos de ventaja y ahora con cinco y jugando a la orilla de la Castellana también, casi nadie piensa que seamos los candidatos.

En este contexto futbolístico y en mi abrumador estado de apatía he de mojarme una vez más sobre lo que puede ocurrir, básicamente porque si no sería tan aburrido para vosotros como para mi.

Las bajas nos han facilitado un poco la tarea. No parece que sin Sami y el espartano, la poca confianza depositada en Kaká, Albiol, Granero y Sahin últimamente, y lo reciente de las recuperaciones de Carvalho y el fideo, haya muchas opciones para el 11.

Apuesto por el hombre de Mendes en la diestra de la retaguardia porque hace más que no juega de medio y por "Lasaña" como medio para dar coherencia a la alineación. Arriba, dudo si jugará con nuestro nuevo héroe Callejón a costa de Gonzalo o de Mesut pero apuesto por las vacas un poco más sagradas y creo que el canterano, desde su asiento Recaro, verá a Karim en la banda, a Mesut intentando destacar por fin en un derbi y al Pipa celebrar su lustro blanco frente al demonio blaugrana.

También apuesto a que CR volverá a llevar a la colisión su desesperada precipitación contra el muro del fracaso con cara de ex "4" de Cruyff.

Por la otra parte, creo que saldrán los de siempre, los del envite en liga y que, por lo menos al principio, jugarán con defensa de cuatro.

Respecto al juego, el Barcelona, a lo de siempre; el Madrid, debería jugar a lo mismo de los primeros minutos del último duelo o lo mismo a lo que jugó el Español: presión y velocidad, porque está claro que es la mejor fórmula (para encerrarse ya habrá tiempo cuando valga un empate en liga o en la vuelta de esta eliminatoria o de una hipotética en Copa de Europa).

Y llega el momento caliente: mi pronóstico. Pues como soy "La verdad" seré honesto con vosotros, no tengo ni idea. No estoy tan seguro de que el Madrid vaya a ser agresivo, no sé si sabrá hacerlo bien llegado el caso, aspiro también a una pájara del Barcelona (precisamente porque ahora se espera menos de nosotros)pero lo peor es que apenas me importa.

Me da igual la Copa. No porque sea un título menor, aunque lo es, si no porque sigo perdido y desilusionado y creo que debemos concentrarnos en no tirar lo que ya considero nuestro: la Liga.

Coherente con mis afirmaciones, dogmáticas en ocasiones, la distancia es suficiente y la fea victoria en las islas tuvo sabor a suerte del campeón, se sintió algo de la atmósfera de Capello de 2007.

Sólo podemos perderlo nosotros y este título si es de primer nivel y si supondría un paso adelante en el proyecto de Mou y en nuestro camino hacia el derribo de la hegemonía barcelonista.

Hastiado y despreocupado se despide vuestro amigo y seguidor "masivo" de este deporte.